martes, 24 de junio de 2008

Violencia adolescente

Violencia escolar, asignatura pendiente

La violencia en los establecimientos educativos es un fenómeno que ha adquirido, desde los años setenta, una gran importancia en países como los Estados Unidos, Suecia, Noruega y Reino Unido. En la Argentina, su incidencia es creciente; empiezan a detectarse, cada vez más, manifestaciones preocupantes como consecuencia de la crisis social, cultural y familiar que se está sufriendo. Lamentablemente ha dejado ya de ser noticia que en las escuelas haya niños o jóvenes que se comportan agresivamente, que llevan armas, que venden y consumen drogas, o que roban a otros estudiantes.Cuestiones como la indisciplina o el mal comportamiento son fenómenos perturbadores que cambian la buena marcha de la vida escolar, pero no son los únicos. La pobreza, el desempleo, la falta de alimentos, el trabajo infantil, el alcoholismo y la drogadicción son generalmente identificados como las "causas" de la violencia, pero en realidad deben considerarse factores que contribuyen a crearla. Este tipo de hechos, por lo general, tienen su comienzo en relaciones familiares y escolares caracterizadas como violentas, que van conformando patrones de interacción y aprendizaje para la resolución de conflictos por parte de los sujetos que las han sufrido en su niñez; de allí, la importancia de poner atención en lo que sucede en los planteles de educación básica del país. Por más altos que sean sus muros, la violencia presente en nuestras calles, nuestras casas y nuestros medios de comunicación termina por traspasar los patios y las aulas de nuestros colegios. Esta agresividad latente no es ni nueva ni aislada, sino parte de la estructura de nuestra convivencia social. La violencia escolar es un fenómeno que debe ser asumido de manera conjunta por los gobiernos, las autoridades educativas, los docentes, los padres de familia y los propios alumnos. No se trata de aislar al niño o al adolescente del mundo en el que vive, sino de mostrarle que existe otra realidad, que convive con la violencia cotidiana, pero que es diferente. Así, por ejemplo, la realidad de la paciencia, de la tolerancia, del respeto, de priorizar los afectos y la comprensión por sobre los conflictos de la vida diaria. Del empeño que comprometan todos los miembros de nuestra sociedad en esta tarea dependerán los resultados.
La violencia escolar es una violencia particularmente específica por los siguientes aspectos:
El espacio de la victimización es la propia escuela, el lugar donde se desarrolla el proceso educativo.
Los participantes de la violencia, en numerosos casos son los alumnos , esto constituye una línea endeble entre los autores de los hechos de violencia y las víctimas.
El personal docente se muestra vulnerable por no poder controlar la violencia en la institución escolar esto conduce a una permisividad y agravamiento de los comportamientos violentos.
La importancia del rol y la función social del maestro no es suficientemente valorada, comprendida y apoyada en nuestra sociedad.
Tanto la sociedad en su conjunto como el ámbito escolar han abandonado una educación cimentada en los principios básicos de los derechos humanos , el respeto , la igualdad y la paz.
Carencia de compromiso hacia la institución escolar.
Infraestructura edilicia escolar deteriorada y sin mantenimiento constituye un símbolo de desorganización y violencia escolar.
Prevención
Arbitrar las medidas para dentro de cada colegio puedan encontrarse los medios que generan el diálogo entre directores, maestros, estudiantes y sus padres.
Debe haber una normativa dentro de la institución porque el desorden promueve a la violencia ,esta medida debe ser clara y bien explicada para que genere adhesión de todos.
El personal docente, necesita conocer las modalidades de la violencia, áreas de mayor violencia: recreos, baños, salida de la escuela, etc.
Se deberá distinguir si la violencia que se manifiesta en el ámbito educativo o si proviene de los hogares de los alumnos.
Se deberán evaluar las dificultades, fracasos y aciertos de las medidas implementadas.
Para poner fin a la violencia se requiere de la participación activa de los hombres. La escuela debe intentar sensibilizar a estos sectores invitándolos a participar de debates y jornadas de reflexión. Es necesario, garantizar que los docentes hayan sido adiestrados y estén en condiciones de enfrentarse al grave problema de que varios niños de su aula hayan sido víctimas o testigos de violencia. Según un estudio, la mayoría de los estudiantes sabe de otro estudiante que se encuentra en una relación violenta o vive en un hogar donde reinan los maltratos.Es necesario que la escuela concientice a los estudiantes y a sus familias sobre la violencia, utilizando programas de prevención y tratamientos de la misma, grupos sobre alcoholismo , grupos de autoayuda, etc.

  • Hablar sobre la violencia - no negar.
  • Actitud crítica y reflexiva sobre la violencia.
  • Establecer alianzas con la comunidad.
  • Participación activa de los alumnos y padres.
  • Acciones de prevención.

Reflexionando sobre los temas expuestos podemos concluir que una manifestación de violencia es causada por niños o jóvenes que son víctimas o testigos de violencia.El docente en su ámbito tiene la posibilidad de detectar y aún de prevenir situaciones de riesgo para la salud de los alumnos, pudiendo relacionarse con el niño y su familia, favoreciendo así una mejor inserción escolar.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

muy bueno su trabajito

me encanto!!!!! digan asi...

Anónimo dijo...

me parece muy bien que se preocupen por estos temas ya que son muy frecuentes en la sociedad en la cual vivimos actualmente

mis mas sinceras felicitaciones

María

Anónimo dijo...

felicitaciones!!!!!

Anónimo dijo...

son re capas las kero muchiooo!!!

Anónimo dijo...

siiiii vacaciones!!!!!!!!!
barby

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